Existen diversos sectores económicos que pueden ser vulnerables a esquemas que utilizan el comercio para dar apariencia de legalidad a recursos provenientes de las actividades ilícitas. En el rango están tanto sectores con productos de alto valor y bajos volúmenes (como los metales preciosos), como sectores con productos de bajo valor y alto volumen (como prendas de vestir), que pueden ser explotados por los delincuentes para “blanquear” el producto del delito.
Un estudio publicado por Egmont Group of Financial Intelligence Units, en la que revela algunos aspectos comunes que aumentan la vulnerabilidad del sector del comercio al lavado de activos que incluyen:
- Productos con amplios márgenes de precios
- Bienes con ciclos comerciales extendidos (es decir, envío a través de múltiples jurisdicciones)
- Mercancías difíciles de examinar por las autoridades aduaneras.
De acuerdo con el Grupo de Acción Financiera (GAFI), existen diversas modalidades para lavar activos, entre las que se encuentran el uso de instituciones financieras, el movimiento físico del dinero de un Estado a otro o de una jurisdicción a otra y la transferencia de valor a través del comercio. En este último, el TBML es entendido como el abuso del sistema internacional de comercio, con el propósito de transferir valor y esconder el origen ilícito del dinero.
El TBLM que en inglés traduce “Trade Based Money Laundering”, se refiere al proceso de ocultar las utilidades criminales a través del uso de transacciones de comercio en un esfuerzo de legitimizar su origen ilícito que también presentan sus etapas para materializar el delito,
-La primera es la Colocación, que viene siendo la introducción del dinero producto de actividades ilegales en una empresa legítima, para luego transformar el dinero ilícito en activos transferibles.
-La segunda etapa es la Estratificación, que mediante la generación de transacciones con el fin de distanciarlo de su origen busca comercializar los bienes a través de múltiples jurisdicciones y
-La tercera etapa es la de Integración que busca mediante la reintroducción a la economía para que parezca legítimo la venta de productos en la economía legal.
Entre los principales métodos de TBML como son la sobre y sub-facturación, el sobre y sub-envío, el registro falso de bienes y servicios, y la múltiple facturación, otros riesgos asociados como son corrupción violación de sanciones, prácticas comerciales abusivas, defraudación fiscal, falsas importaciones, transporte transfronterizo de dinero justificado en transacciones comerciales, esquemas con empresas fachadas, esquemas que involucran zona libre, contrabando de productos y triangulación de productos, entre otras.
Frente a ello, es importante la utilización de los Reportes de Operaciones Sospechosas “ROS” en la detección de estas prácticas y la necesidad de comprender las técnicas utilizadas por los delincuentes.
Desde el sector privado, estén o no obligados a aplicar normativas sobre Gestión y Autocontrol de este riesgo, podrán jugar un rol significativo, mediante el conocimiento de las contrapartes y de la transacción comercial subyacente. Contar con herramientas apropiadas de segmentación y seguimiento de la “normalidad” de las transacciones permitirá el oportuno reporte de las Operaciones Sospechosas “ROS”.
En este artículo conoceremos algunos casos que nos permitirá conocer más del tema:
El lavado de activos puede utilizar diversos tipos de comercio, como por ejemplo, la explotación de productos agrícolas, incluido el abuso de las cadenas de suministro de alimentos que involucran artículos altamente perecederos como frutas y verduras. Estos son un ejemplo de productos de bajo valor y alto volumen, los que, además, por su naturaleza perecerán y no se verán afectados por la saturación del mercado.
Los encargados del lavado de activos y los grupos criminales organizados penetran las cadenas de suministro legítimas y las utilizan como un medio para introducir efectivo ilícito en el sistema financiero, mediante el traslado de sus ganancias delictivas a diferentes jurisdicciones. Incluso algunos lavadores profesionales involucran la liquidación de facturas de terceros para agregar mayor complejidad a este tipo de esquemas.
Un ejemplo fue, un esquema identificado, el cual consistía en la compra de patatas y cebollas en los Países Bajos y Alemania para su posterior exportación a varias empresas del norte de África. Estas empresas pagaban las facturas en cuentas bancarias controladas por los narcotraficantes. Al final de la investigación, se dictaron sentencias de 4.8 millones de euros en activos y más de 7 millones de euros en efectivo.
Para concluir, es necesario comprender la importancia de una permanente capacitación de los actores formales del mercado en las técnicas utilizadas por los grupos criminales organizados. Este conocimiento es la base de cualquier estrategia para evitar el lavado de activos.
A los entes del sector público, les corresponde identificar y evaluar los riesgos de que el comercio sea utilizado para el lavado de activos en cada jurisdicción, incluyendo los sectores económicos y los instrumentos financieros involucrados, lo que permitirá enfocar los recursos y ajustar las estrategias tanto al sector privado como público.
Desde el sector privado, es muy valioso concientizar a todas las contrapartes y empleados la importancia de minimizar la probabilidad de ser utilizados en un esquema de lavado de activos y establecer planes de acción para mejorar los ROS.
Fuente: Auditool y Compliance.