La gestión de la innovación involucra la organización y dirección de los recursos de la empresa para impulsar la creación de nuevos conocimientos, generar ideas que permitan desarrollar nuevos productos, procesos y servicios.
Para una adecuada gestión de la innovación se requiere considerar los siguientes aspectos:
Dimensión estratégica: Implica la elaboración plan estratégico de la organización, lo que se pretende conseguir, en él se abordan los objetivos y el alcance de la estrategia de innovación tras el autodiagnóstico de la situación. El objetivo de esta dimensión es utilizar la innovación como un factor estratégico clave, apoyando la consecución de los objetivos fijados en el plan estratégico.
Identificación de ideas para desarrollar: Existen muchas técnicas y prácticas para identificar y generar nuevas oportunidades de innovación. Entre estas destacan las técnicas de creatividad, diseño y desarrollo de producto basadas en las capacidades creativas de las personas y los sistemas de detección de oportunidades y amenazas del entorno derivados de sistemáticas de vigilancia tecnológica, benchmarking e inteligencia competitiva.
La innovación tendrá mayor repercusión en la posición competitiva de una organización cuanto más contribuya a diferenciarla de su competencia. El objetivo que se busca con este aspecto es desarrollar las facultades creativas existentes en toda persona, para poner dicha creatividad al servicio de la identificación de nuevas oportunidades de innovación.
Desarrollo de los proyectos: En este aspecto se pone en marcha las iniciativas innovadoras, las mismas que tienen características particulares como: falta de definición de algunos aspectos, incertidumbres respecto de los resultados, plazos superiores a los habituales en proyectos convencionales, etc. Por ello se requiere establecer sistemas de gestión adaptados a las necesidades de este tipo de proyectos.
Protección de los resultados: Se busca disponer de las ventajas competitivas derivadas de la innovación el máximo tiempo posible. Para ello existen diferentes mecanismos de protección de la innovación mediante patentes, propiedad y competitividad. El objetivo es establecer un sistema de protección que permita obtener la mayor cantidad posible de beneficios como resultado de las actividades de innovación.
La financiación de la innovación: Este es un aspecto decisivo y determinante, ya que si la financiación no está al alcance de las posibilidades económicas de las empresas, se corre el riesgos que no se pueda llevar a cabo, por ello se postular a financiamientos de organismos del Estado y de la cooperación internacional que fomentan la innovación tecnológica.
La explotación de la innovación: Antes de realizar un proyecto de innovación es importante realizar un análisis de su impacto, tanto desde el punto de vista comercial como desde el punto de visto de la mejora de la posición competitiva de la empresa. Y es que la innovación sólo tiene sentido si se espera obtener de ella un beneficio económico cuantificable. Se debe considerar que hay ocasiones en que la explotación de los resultados de la innovación puede requerir un cambio en el modelo de negocio.
Generación, conservación y gestión del conocimiento en la empresa: Para que el conocimiento generado en la empresa sea un factor que la distinga de la competencia, se debe tener la capacidad de gestionarlo, es decir, de impulsar su creación y hacerlo patrimonio de la organización.
Fuentes: Ovtt y Emprendices